Como el maná que sostuvo a los israelitas mientras vagaban durante cuarenta años antes de llegar a la Tierra Prometida, la Eucaristía es alimento para nuestra jornada al cielo. De hecho, literalmente nos da una idea del cielo en la tierra porque nos une en comunión tanto con Dios como con aquellos que también están en comunión con él. Como acto de acción de gracias y oportunidad de ofrecernos a Dios, la Eucaristía nos capacita para ir y contar a todos la buena nueva de su amor, un amor que se humilla para habitar en nosotros en forma de pan.

Para obtener más información sobre toda la serie Jesús y la Eucaristía (así como cómo usarla en su parroquia), visite https://es.eucharisticrevival.org/formation-resources#training.